¿Como defender mi propiedad inmobiliario de ocupaciones ilegales?

¿Como defender mi propiedad inmobiliario de ocupaciones ilegales?
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Sólo hace falta poner las noticias para oír hablar de ello, y cada vez de manera más habitual y extendida, especialmente cuando las circunstancias sociales se dificultad y personas y familias se ven empujadas a la calle y con pocas opciones, aunque no siempre los causantes tienen razones tan benignas. La ocupación de casas y apartamentos, también llamado movimiento okupa, nació en la década de los 70 y, a pesar de constituir un delito, es una práctica que sigue viva y extendiéndose por todo el territorio español, habiéndose cuadruplicado en los últimos cinco años

Es una de las peores pesadillas de cualquier propietario de una vivienda, desde luego. Cabe destacar, pero, que la usurpación, nombre legal que se le da a las ocupaciones ilegales de inmuebles vacíos no habilitados como viviendas, y el allanamiento, nombre legal a las ocupaciones de inmuebles vacíos que sí son viviendas, son casos completamente distintos al allanamiento de morada, que se produce cuando la vivienda no está vacía. Por lo que si alguien ocupase tu vivienda habitual durante tus vacaciones o durante unos días en los que no estabas, no se consideraría ocupación sino un allanamiento de morada que conlleva un desalojo inmediato y penas de cárcel de hasta dos años.

No todo es perfecto en esta vida, así que no cabe duda de que existen unos pocos casos donde ese desalojo no es inmediato y el problema se cronifica, pero por el momento nos centraremos en cómo proteger de las ocupaciones ilegales cualquier edificio que no sea una residencia principal y esté vacío, que es donde se producen la mayoría de los problemas con okupas.

Existen distintos niveles de protección a la hora de asegurar que nadie irrumpa en nuestra vivida, empezando por el más básico: alquilar la vivienda: Si es una opción viable y logras encontrar inquilinos, ésta sería la solución perfecta para evitar una ocupación ilegal, aunque no siempre resulta atractiva para propietarios. De ser así, pasaríamos al siguiente nivel: que la vivienda no parezca vacía:

  • Recoge las cartas del buzón
  • Instala un temporizador que encienda varias luces de vez en cuando.
  • Pon plantas en el balcón y riégalas.
  • Levanta las persianas con regularidad.

Tras esto estaría el tercer nivel de protección: las protecciones físicas. El modo más habitual de entrar en una vivienda de manera ilegítima es a través de la puerta o la ventana, así que esos dos serán puntos a fortalecer y proteger instalando rejas en las ventanas y cambiando la puerta por una de alta resistencia con un cerrojo de seguridad. También se puede contratar un sistema de alarma o incluso contratar a un vigilante o conserje si se trata de un bloque de apartamentos. Las medidas a adoptar para proteger la vivienda deberían adaptarse al nivel de riesgo de que ésta se ocupada, un riesgo que se ve influenciado por factores por cuánto tiempo estará la casa deshabitada, la situación socioeconómica de la zona en la que se encuentre.

Y, como último paso, entraríamos en el mundo de las compañías de seguros del hogar como protección de nuestros bienes. No es algo en lo que la gente acostumbre a pensar ya que el seguro del hogar suele realizarse en muchas ocasiones por obligación legal de cara a posibles daños a terceros, pero existen opciones de seguros del hogar con coberturas más amplias que pueden ayudarnos a hacer frente a una situación de ocupación ilegal en una vivienda aunque se trate de una segunda residencia.

Cada seguro tiene sus propias limitaciones en cuanto a cubertura, y en el caso de una vivienda ocupada se ve todavía con más claridad que muchas aseguradoras todavía no los han incluido entre los servicios que ofrecen o todavía no las han incluido del modo más deseable para sus clientes.

Una de las aseguradoras que hemos encontrado que ofrece protección de manera específica contra el llamado Movimiento Okupa es la empresa Divina Pastora. Esta empresa ofrece, por ejemplo, la posibilidad de reclamar los daños materiales causados por terceros ya sea por accidente o a propósito, reclamación en el supuesto de ocupación ilegal e incluso defensa y reclamación por acoso inmobiliario, una circunstancia que por desgracia suele concretarse en la contratación de personas para que ocupen una o varias viviendas y forzar al propietario a vender la residencia.

Así, Divina Pastora ofrece las dos grandes ramas del seguro del hogar cuando se trata con okupas: protección sobre los derechos de la residencia ocupándose del lado legal para lograr un desahucio, y cobertura contra actos vandálicos y acciones tumultuarias que pudiesen producir daños en el bien asegurado.

Por otro lado tenemos los seguros de hogar Santa Lucía. Pertenecientes a una gran empresa de amplia trayectoria nacional y que fue creada en 1922. El hecho de que Santa Lucía sea una de las aseguradoras que más crecen anualmente y que acostumbren a rondar el quinto puesto en el ranking de cuota de mercado español nos lo dice todo sobre la fiabilidad y confianza que ponen en ella sus usuarios. A nivel de protección contra ocupaciones ilegales especifican la cláusula de ofrecer consejo jurídico tanto a nivel personal como de vivienda en su seguro iPlus y ayuda para reclamar hasta 4.000 euros por daños producidos a los okupas, pero cabe mencionar que en algunas reseñas sus usuarios se quejan de lentitud en los procesos administrativos de papeleo y cobro del seguro, un problema que parece haberse exacerbado por culpa de la pandemia y las funciones del teletrabajo que utilizan actualmente.

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