Timeroadshop opiniones

Antes dudé si era plata de verdad. Lo compré y al principio parecía correcto. A los dos meses las perlitas se fueron pelando. Fui a la tienda de Berceo en Logroño en abril. Me lo devolvieron al mes sin arreglar. Mis dudas no se disiparon. No es perfecto, funciona como bisutería barata. Ojo al comprar. Hubiera esperado más calidad.

lo usaba cada día para el trabajo y al mes dejó de funcionar. Me pidieron dinero por arreglarlo y me lo devolvieron roto, qué putada

no lo recomendaría al principio, pero ahora estoy menos enfadada. Lo vi en Instagram porque una amiga me lo recomendó y compré varios pendientes. En cuatro meses se me cayeron piedras y se rompieron en lugares raros, nunca me había pasado; les escribí, respondieron y me ofrecieron una solución, así que quedé más tranquila.

cambiaba la hora solo y dejó de contar pasos. Una de las vendedoras sí intentó mover algo, otra se puso muy altiva y no hubo solución. La correa, que ni fui a la playa ni a la piscina, se volvió negra en pocos días. Lo raro y casi cómico es que el arreglo que ofrecen es “arreglar el software” mientras la correa queda hecha polvo; vamos, no tiene mucho sentido. He puesto reclamación. Si te lo recomiendan, pregunta mucho o mejor busca otra tienda. Aprendizaje caro, pero al menos la caja era bonita.

Lo vi en el escaparate y me lo recomendó una amiga. Al ponérmelo se nota ligero. Se siente bien al principio, cómodo en el dedo, pero con un tacto algo plástico. A los tres días se cayó una circonita. Lo mandé a reparar y tardaron casi dos meses. Me dijeron que el anillo estaba deformado y que lo habían vuelto a su forma. No me lo creí del todo. Al recogerlo fui a dar un paseo y, media hora después, se volvió a caer la piedra. He pedido que me lo cambien o me devuelvan el dinero y me dan largas. No es un desastre total; cumple su función si lo tratas con cuidado. Pero no es fiable para uso diario.

vi fotos y parecía lindo, pero ya sabes, por el precio y algún comentario raro me lo pensé. Al final me los llevé para un cumpleaños y, desde el primer momento, pegaban con todo; la luz del restaurante los hacía brillar y me sentí bien. Al día siguiente noté que una piedrita se movía y me quedé ahí, pensando “¿lo tiré o qué?” Fui a la tienda con algo de miedo, esperando una pelea o que me dijeran que no podían hacer nada. Pues para mi sorpresa me atendieron bien, revisaron con calma, no me echaron la bronca y al final me ofrecieron un reemplazo sin líos. No fue instantáneo, hubo un rato de espera, pero salí aliviada y contenta, la verdad. Estoy agradecida porque al final mis dudas se disiparon: buen trato, solución clara y encima sin gastar de más otra vez. Lo recomiendo si buscas algo que luzca bien y con atención cuando algo falla; me quedé con mejor sensación de la que pensaba.

se rompió otra vez. Llamé y me dijeron que la cadena no era de 18, que era de 9 quilates, que las cadenas son finitas y que a mucha gente le pasa; que la garantía solo cubre seis meses y que o volvía a pagar la reparación o me compraba otra cadena. También alegaron que ya no tenían acceso a tickets antiguos, como si la ley no existiera. Me mosqueó mucho, y me dio rabia, pero también tengo que reconocer algo: la circonita no se cayó, sigue ahí, y la chica que me atendió fue educada aunque la política de la tienda fuera un desastre. Así que por un lado estoy agradecida de que el colgante siga entero; por otro, aviso: las cadenas parecen de mala calidad, pensadlo antes de comprar. No lo recomiendo si buscáis algo duradero realmente.

los revisaron, arreglaron el detalle y me los devolvieron como nuevos. Ese instante, al probarlos de nuevo, fue alivio: supe que había acertado. No fue perfecto —sí hubo espera y algún email que se perdió— pero la atención fue amable, me explicaron sin rodeos y no me cobraron lo que temía. La entrega fue rápida. Al final, contenta y repetiría.

trabajo en una oficina, cojo el ratón, muevo papeles, voy a por café, nada de golpes ni de cargar cajas. Así que la sensación inicial de placer —¡qué tontería, lo sé, pero se siente así al ponerte algo nuevo!— se fue transformando en una mezcla de vergüenza y enfado lento.