H10 Hotels opiniones

cambio de habitación, una noche reembolsada y seguimiento personal para revisar que todo quedara limpio. Ahí respiré. No fue perfecto: el minibar hubo que reclamarlo dos veces y sigo pensando que un cinco estrellas no debería tener que explicar lo obvio, pero al menos actuaron con rapidez después del encuentro con el encargado. Me fui más tranquilo porque noté voluntad real de arreglarlo, no solo papel. Mi consejo, si vas: pide hablar con el responsable y deja todo por escrito; si no te lo dan, insiste. No volvería ciegamente a este hotel, y sí, hay cosas a mejorar en higiene y en la rapidez del servicio, pero si te topas con un problema, exige hablar con alguien que pueda decidir. En mi caso, ese gesto fue clave para terminar el viaje con sensación de que sí, funcionó al final.

el hotel tiene cosas que molan, la piscina y la vista al mar te relajan de verdad y la habitación, en general, estaba cómoda (cosa que no siempre pasa, eh). Dicho eso, tuvimos un problema con cargos extra en la tarjeta y fue un verdadero fastidio: esperas, llamadas y más tiempo del que quería perder en vacaciones. Lo peor fue el minibar que tardó horas en reponerse y eso sí arruinó algún plan improvisado junto a la piscina (llevamos cosas de valor con nosotros por precaución, ya sabes). Aun así, hubo momentos buenos: desayunos tranquilos en la terraza y alguna empleada fue amable y se esforzó. Me recordó a otra vez en que un hotel arregló todo rápido, así que sé que se puede. Si vas, ojo con tus cosas y revisa los movimientos de la tarjeta; por lo demás, el lugar tiene potencial y, con un poco más de organización, podría ser de diez. Yo salí con sentimientos mezclados, pero dispuesto a volver si mejoran lo del servicio.

nos reubicó y nos dejó juntos. Ese fue el momento —cuando me dijeron que las habitaciones estaban una al lado de la otra— en que pensé “ok, esto pinta bien”, y la sensación se mantuvo. Cogimos todo incluido por comodidad, aunque la verdad no lo exprimimos; pasamos los días pateando la isla y solo desayunamos y cenamos allí. El buffet está bien, variado, pero noto que no tiene tanta amplitud como otros hoteles de la misma cadena donde hemos estado antes (no es un drama, solo lo comento). Lo más destacable fue el equipo de limpieza: impecables, la habitación siempre presentable, todo en su sitio —y eso para alguien con problemas de espalda es oro, porque había calma y orden para poder descansar. Hubo un bache el miércoles por la tarde con unas chicas de recepción que no estuvieron muy amables y nos dejó un poco fríos; ahí salió mi vena crítica otra vez, pero por suerte Juanfra volvió a arreglar las cosas y se notó la diferencia. Antes del vuelo no nos dieron habitación de cortesía, lo que fue un incordio, aunque nos dejaron usar duchas comunes y lo agradecimos. En resumen, empecé dudando y terminé contenta: personal atento en general, limpieza top y la isla ayuda mucho a que todo se disfrute.

Solo fui socio de miembros, no huésped