Campstar opiniones

Empecé a usarlos hace unos tres años, cuando fui a Canadá y necesitaba alquilar un coche. Al principio no estaba muy convencido, pero la web y el contacto fueron muy directos; la reserva no daba vueltas y el coche al tocarlo —asiento, volante— se notaba en buen estado, nada raro. Tuve que cambiar fechas un par de veces y lo resolvieron rápido, en dos días tenía todo actualizado, lo cual me sorprendió. Desde entonces los uso en viajes por varias ciudades, da tranquilidad, repetiré, sí.

Tenía dudas por el papeleo y el vehículo; al final todo fue sencillo, reservé rápido, el camper fue justo lo que necesitábamos, también recomiendo fijarse en el seguro.

Al final salimos contentos, aunque empezó raro. Habíamos contratado la recogida al aeropuerto y creímos que nos habían dejado tirados porque no aparecía nadie; llamamos y, tras un rato de espera y un poco de confusión, resolvieron el lío y nos llevaron al hotel. No fue perfecto, pero el conductor fue amable y llegaron a arreglarlo, así que estoy agradecida. Lo usaré otra vez en viajes cortos por trabajo, me resulta cómodo y práctico cuando funciona.

reembolso parcial por la noche perdida, cubrir la pila de la llave y coordinar una revisión en un taller local para los frenos y el cinturón. No fue instantáneo, no fue perfecto, y me costó insistir, pero al final arreglaron lo esencial y nos dieron una alternativa de alojamiento pagada mientras revisaban el vehículo.
El momento concreto en que supe que estaba satisfecho fue cuando, después de la revisión, pude dormir en una tienda seca y sin preocuparme por la espalda; el colchón estaba bien (aunque la primera noche la perdiéramos) y el vehículo resultó manejable. No diría que fue un servicio excelente, hubo fallos y molestias, y deberían mejorar la respuesta inicial, pero cumplió lo necesario. En resumen: no perfecto, hizo falta pelear un poco, pero al final funcionó cuando más me importaba.

el depósito de aguas sucias no cerraba, ruidos raros del motor y varios armarios sin bisagras o piezas que faltaban. Llamé a Campstar y acabé hablando con su socio GEYSIR; me dejaron solo, básicamente. Me ofrecieron un descuento ridículo, como si nada. Fue una mezcla rara: por un lado el vehículo se maneja bien y la cama salva, por otro lado tensa y frustrante. Si te surge algo serio, no contaría con ellos. Aprendí a llevar herramientas y paciencia.