VIVOLABS opiniones

llegaron antes y cuidaron mis cosas (sí, me sorprendió).

Me colgaron el teléfono dos veces cuando llamé; no es profesional. Pedí desde la web y el paquete llegó puntual, lo uso en casa para cocinar a diario, así que el producto cumple y me alegra.

Entré a casa, todavía con las llaves en la mano, y ya estaba el paquete encima de la mesa; me sorprendió. Llamé luego por una duda y la chica (creo que se llamaba María) fue muy amable, resolvió todo, rápido y sin rodeos. Lo usé esa misma noche, fácil de hacer en casa. Me dejó contento, de verdad.

Justo cuando estaba por salir a ver a la familia, me llegó el mail con el resultado y en ese momento supe que todo había valido la pena. Reservar en la web fue fácil, la extracción en la clínica de al lado me solucionó el día y los informes llegaron rapidísimos, claros y detallados. Lo uso para viajes y visitas, me quedé tranquila y muy agradecida, repetiré seguro.

la sangre salió con problemas y más tarde me dijeron que la muestra estaba hemolizada, así que no servía. Te repiten la extracción —molesta y lenta— y pierdes tiempo; se siente descuidado, la técnica flojea. Lo bueno: tramitaron la devolución rápido y sin drama, cosa que agradecí. Pero no lo recomiendo en Málaga.

me pasaron de un lado a otro y al final la persona sólo dijo que todo estaba en la web, como si eso fuera suficiente. Me dejó con mucha desconfianza porque es un test importante y quería respuestas claras. Busqué opiniones y vi varias negativas, así que cancelé la compra. Me devolvieron el dinero al instante, eso sí lo valoro muchísimo. Al final lo hice en otro centro, donde me atendieron mejor y los resultados no tardaron tanto. Consejo: si tienes dudas, exige que te lo expliquen o busca atención presencial. Me quedé aliviada pero algo decepcionada.

estoy embarazada y quería un test no invasivo porque me lo había recomendado la matrona. La enfermera me recibió con prisas, me hizo esperar unos quince minutos sin explicarme nada y fue abriendo cajones como si buscara algo. Entraba y salía de la sala, a lo mejor era que llamaba a alguien, no lo sé, pero la sensación fue rara. Yo me senté, respiré, y ahí empezaron mis pensamientos: ¿y si está desorganizado? ¿y si la muestra se pierde? Cuando por fin me tomó la sangre, lo que me hizo ruido fue que sacó un par de botes de una bolsa blanca en la que se leía "Caducados". Sí, en serio. No fue un detalle menor, para mí fue el punto de no retorno.
Tras verme irme, me llamó la misma enfermera con preguntas que, según ella, eran necesarias para adjuntar al envío al laboratorio. Ya me pareció surrealista que no lo preguntara en persona. Al día siguiente me volvió a llamar el centro de análisis por las mismas cosas. Le expliqué todo, pedí que quedara constancia de lo sucedido y pedí que hicieran anotaciones sobre mi caso. A los tres días otra llamada: "problema con sus muestras, ¿puede volver?" A esas alturas ya no me fiaba de cómo habían tratado mi sangre, así que pedí el reembolso.
Hay que decir algo bueno: tramitaron la devolución sin mucha discusión, y eso cerró el asunto en lo económico. Pero la experiencia me dejó nerviosa, con la sospecha de que el servicio deja bastante que desear. El resultado es que no volvería ni lo recomendaría; no me sentí segura del trato ni de los protocolos. Si te lo planteas porque estás embarazada y quieres algo sin sustos, yo buscaría otras opciones más profesionales. En fin, por mi parte se resolvió el dinero, no la confianza.

Ordené un análisis de sangre para verificar los niveles de vitamina D, y debo decir que la experiencia en general fue muy positiva. La atención fue rápida y amable, y los resultados estuvieron listos antes de lo esperado.