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vi el blazer en Instagram porque una amiga me lo recomendó y pensé "uy, qué mono", pero ya al hacer el pedido me entraron dudas: no llegó confirmación, me cobraron y nada en mi cuenta, parecía que mi dinero se había ido de vacaciones. Intenté el chat virtual que más parece un bot de los 90 y rellené el formulario, pero silencio total; no hay teléfono y eso me puso aún más nerviosa. Mandé varios emails, sí, varios (como cinco, no exagero), y solo después me pasan un número de pedido y me dicen que llegará pronto. Al final llegó por Correo Express y el paquete bien, el contenido bien, salvo que el blazer venía súper arrugado, como si hubiera vivido una aventura. Me alegré de tener lo que pedí, pero la experiencia de compra, la comunicación y el estrés han sido pésimos. Si no hubiese insistido, todavía estaría esperando respuesta. Me gustó la prenda, sí, pero la gestión me deja mal sabor; para otra vez, me lo pienso dos veces. Aviso por si alguien se fía ciegamente: cuidado y paciencia. Y no, no tengo ganas de repetir la experiencia pronto.

Al final, me quedé sin la parka que pedí y sin el reembolso —esa es la realidad. Compré una parka talla XL en enero porque el invierno ya pegaba fuerte y, la verdad, tengo problemas de espalda y necesitaba algo que me abrigara bien; no era solo capricho. El paquete llegó rápido pero al abrirlo vi que no era mi modelo ni la talla. Seguí el procedimiento de devolución, metí el paquete en la oficina y mandé los correos que pedían; me dieron un código de seguimiento y pensé que estaba solucionado. Pues no. Han pasado semanas y nadie me confirma la recepción ni me devuelve el dinero. Ya me compré otra parka para no congelarme, así que no necesito el artículo, pero sí mi dinero. He pedido varias veces noticias y sólo silencio o respuestas vagas. No puedo decir que todo sea desastre absoluto porque la compra inicial llegó pronto, pero la gestión de la devolución y la comunicación fueron flojas, muy flojas.

hace tiempo pido ropa de Vila porque en mi tienda habitual no hay tallas ni colores que me sirvan, y además quería algo cómodo para el trabajo y para no andar siempre con lo mismo. Una amiga recibió todo en una semana y yo pensaba que sería igual, pero no: varios envíos simplemente no aparecieron. Al principio estaba mosqueada, porque el seguimiento decía que "no fue prerregistrado" y no llegaba nada. Reclamé y me devolvieron el dinero bastante rápido, eso sí, con un descuento de 1,99 € en cada caso. Lo que me hizo sentir satisfecha de verdad fue el momento en que, tras insistir, llegaron los reembolsos en cuatro días: respiré, pensé "menos mal, al menos funciona". Pero seguía con la espinita por lo del descuento, porque si el paquete nunca salió, ¿por qué me quitan ese euro y pico? Llamé otra vez, reclamé el importe restante. En general estoy contenta porque la ropa me gusta mucho y hubiera sido una pena perder eso por problemas logísticos; además agradezco que al final respondieran rápido. Aún así, creo que deberían limpiar un poco sus procesos de envío y no descontar cuando no es culpa del cliente. Satisfecha pero con reservas, o sea: gracias por resolverlo, pero cuiden esos detalles.

había pedido un cojín lumbar y una funda extra porque mi espalda me estaba recordando que no soy veinteañero, además estaba de mudanza y todo venía perfecto... hasta que no venía. Devolví los dos bultos a finales de diciembre (sí, justo después de las fiestas, mala fecha) y ahí empezó el misterio. Mandé correos, puse números de seguimiento, me dijeron un par de "casos" distintos, y el chat online más que ayudar daba vueltas como un robot con mal café: siempre la misma respuesta automática. Lo que más me fastidió no fue tanto el retraso del reembolso, sino la falta de comunicación humana; llegas a pensar que tu paquete se fue de vacaciones y nadie lo echó de menos. Al final, cuando ya estaba a punto de presentar una queja formal, apareció movimiento: alguien respondió tras quejarme en una web de opiniones y al día siguiente empezó el reembolso de uno de los pedidos. Bien por ese final, claro, pero la sensación queda. El detalle positivo fue que cuando por fin hubo contacto, la gestión del reembolso fue rápida —una luz en medio de la niebla—. Aun así, me dejó con la mosca detrás de la oreja; no sé si volvería a comprar sin pensarlo dos veces. Si dependes de algo por salud, yo no me la jugaría aquí.

No vuelvo a comprar aquí. Te quitan el dinero de la tarjeta inmediatamente y luego no te envían el pedido ni te dejan desistir ni cancelar aunque estés en plazo. Dicen por sistema que se retrasan en el pedido y que casualidad que a todo el mundo se lo retrasan o se lo pierden

Mala experiencia. No repito.
Compré 3 artículos y me envían 2. Pagué por los 3 y en lugar de devolverme el importe del artículo no enviado han procedido a cargarme en la tarjeta (sin mi autorización) la suma de las 2 prendas que sí me remitieron. Por lo que me han cargado dos importes y no me han devuelto nada.
Sinvergüenzas !!!