Xiaomi opiniones

el albarán tenía el nombre de otra persona. Eso complicó todo. Llamé, escribí correos y puse una reclamación. Al principio pensaba que esto iba a quedarse así, que me habían timado y ya. Fui escéptico y con razón. Tras meses de idas y venidas, al final conseguí una solución parcial: me devolvieron parte del dinero y enviaron el modelo correcto (tardó, fue un lío). Satisfecho por el resultado, pero con reservas. No lo recomendaría sin verificar todo dos veces — tracking, albarán y fotos antes de aceptar.

En plena mudanza, con la espalda hecha polvo y mil cosas por organizar, necesitaba un móvil urgente para poder hacer llamadas con los médicos y gestionar citas, vamos, imprescindible. Pedí en la web, pasó la fecha de entrega y al final me llamó Seur diciendo que no sabían dónde estaba el paquete; me quedé a cuadros. Xiaomi no respondió hasta que yo insistí y lo único que hicieron fue decir que hasta que Seur no confirmara la pérdida nada, es decir, sin móvil y sin reembolso. Pasaron más de quince días, llamadas y correos y al final me devolvieron el dinero, pero fue una espera absurda. El momento en que supe que podía respirar fue cuando confirmé el reembolso y pude comprar en otro sitio y tener el teléfono al día siguiente; ahí respiré, en serio. No lo recomendaría por este servicio, fue lento y poco empático, aunque la resolución final acabó bien, tarde, muy tarde. Al menos aprendí a no confiar tanto.

fotos al momento y insistir si no responden. Y a la propia tienda, por favor, revisad el control de calidad antes de enviar.

no es perfecto, pesa más de lo que esperaba y la funda venía un poco arrugada. Lo que no cuadra es la logística. Desde el día de entrega prevista el paquete está detenido en SEUR. He llamado muchas veces, abrí reclamación con Xiaomi y lo único que hicieron fue reenviar el problema a SEUR. Les pedí que me enviaran otro paquete con otra agencia y que se arreglaran entre ellos para la devolución, pero me contestan que “el protocolo” es esperar. Esperar a qué, a que SEUR conteste quizá nunca. Es frustrante porque pagué a Xiaomi y al final eres tú quien tiene que perseguir a la empresa de transporte. También miré las reseñas de SEUR en Trustpilot y, bueno, confirman lo que digo. No lo recomendaría si dependes de recibirlo rápido, pero el producto en sí sí merece la pena. En resumen: buen aparato, pésima entrega.

no lo compraría en la web oficial otra vez. Lo compré porque necesitaba un reloj para controlar pasos, sueño y un poco por el dolor de espalda —me ayuda a moverme más—, así que lo quería útil desde el día uno. A los 16 días la pantalla táctil dejó de funcionar justo después de una actualización automática; de repente tenía una pulsera que no responde. Contacté al soporte para pedir reemplazo y me dicen que la garantía “cubre 15 días” y que no hay derecho a cambio, que lo mande a servicio técnico y que pueden tardar hasta dos meses. Eso me pareció un trato frío y poco práctico: un producto nuevo que falla y yo sin una solución rápida. Dicho esto, no es todo catástrofe; al menos el proceso de envío está explicado y la respuesta fue clara aunque insatisfactoria, no dieron vueltas. Estoy contento de haberlo intentado y al final salvé datos y pasos con otra app, así que no me quedé totalmente sin nada, pero la experiencia postventa deja mucho que desear. Si dependes del dispositivo para seguimiento diario, piénsalo dos veces y compáralo con otras tiendas.

el navegador de fábrica sugería otras cosas. Nada raro, pensé. Ya me conozco estos rollos de marcas intentando empujar sus cosas. Lo dejé pasar.
Luego vino la segunda cosa. Una mañana me despierto y la alarma maldita apenas se oía. Mi canción favorita sonaba como si viniera desde el fondo de un bote. Me levanté a disgusto. O sea, me despertó, pero con la sensación de que algo había cambiado. Hasta el día anterior se oía bien. Revisé volúmenes, comprobé permisos, reinicié. Todo normal en la configuración. Pero la canción de la app del fabricante sonaba a tope. Curioso, ¿no?
Me puse a trastear. Encontré que YouTube Music, que uso como despertador, iba raro: volumen bajísimo, sin tocar nada. Probé con otros reproductores. Mi Vídeo, el del teléfono, funciona alto. No soy conspiranoico, pero empezaron las dudas y el mosqueo. Aquello me cabreó un poco. Llamé a soporte. Me atendieron decentemente. No fue perfecto. Me dieron pasos a seguir, algunos funcionaron a medias. Paciencia y ya.
El momento en que supe que iba a quedarme satisfecho llegó una noche, sí, rarísimo, pero así fue. Tras perder como una hora entre ajustes y pruebas, volví a la app de Google, toqué una opción que ni me acuerdo cómo llegué, apagué un permiso, lo volví a encender y—magia práctica— la alarma sonó fuerte al día siguiente. No era la solución ideal ni elegante, pero funcionó. Y me reí solo en la cocina, porque la cosa no pintaba así. Ahí supe: no es perfecto, pero al menos cumple lo esencial.
Sigo pensando que podrían ser más transparentes con qué priorizan en el teléfono. Me molesta la sensación de que empujan sus apps. Pero bueno: ahora me despierto con mi música y no con un susurro. ¿Que me gustaría que arreglaran cosas y lo hicieran sin que yo tenga que buscar tutoriales a las tres de la mañana? Sí. ¿Que finalmente me dejó contento? También. No es ideal. Es usable, y eso, hoy por hoy, me basta.