N. Rosado

confirmación por correo, detalles de extras y fechas cerradas, y la emoción de no saber el destino todavía. Pero llegó un correo de cancelación, de esos que te dejan frío. Decían "motivos ajenos a la empresa" y que estaban gestionando el seguro; no daban más detalles. Ahí cambió la cosa. Me puse en plan detective: emails sin respuesta, llamadas a un número que parece no existir, la web a veces abajo, a veces ni aparece. Molesto, y con la sensación de haber sido atrapado en algo raro.
Lo que más me fastidió fue la falta de transparencia con el seguro. En sus condiciones ponía que ellos son intermediarios y que terceros gestionan todo, pero no aparece quiénes son esos terceros. Eso hace que te preguntes si hay un problema real o si simplemente no quieren responsabilizarse.
Aún así, no me quedé de brazos cruzados. Presenté la documentación en consumo y, sorpresa, me dieron orientación y abrieron una vía para tramitar la reclamación. He contactado con otros afectados y estamos organizándonos para presentar una queja conjunta. No es lo ideal, no me gusta pelear, pero la respuesta de la oficina de consumo me ha dado algo de tranquilidad.
Al final sigo con la idea de que la propuesta del viaje es buena. Solo pido más seriedad y claridad. Si estás pensando en algo así, avisa a la persona que lo recibe, guarda todo el correo y, sobre todo, ten un plan B por si la sorpresa se tuerce.