S. Ledesma
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Detailed Ratings
Ruedas que prometían más de lo que daban
Review sobre: Grundig Bike
diseño limpio, aparente calidad. En la práctica fue una mezcla de cosas buenas y muchas, muchas frustraciones.
La bici al final se siente bien cuando la tienes en marcha. El manillar es cómodo, el asiento no es perfecto pero para mis lumbalgias funciona mejor que la silla de oficina. Las marchas cambian, aunque con cierto ruido al principio y una sensación de plástico barato en algunos puntos de contacto. Nada que no se pueda arreglar, pero no fue la impresión de calidad que prometían.
El problema grave no fue la marcha; fue todo lo demás alrededor. Pedí y me dijeron 3–7 días. No. Cinco semanas. Eso ya me mosqueó. Pedí una fecha exacta y tardaron dos semanas en contestar. Luego comunicaciones raras, mensajes contradictorios, alguna contestación borde y otra que simplemente no respondían. Cada vez que pedía una actualización parecía que estaba molestando. Me dejaban colgado. Eso cansa, de verdad.
Cuando la recibí, fue un alivio. Pero tampoco terminó ahí. No venía manual. No venían instrucciones decentes. No había una guía clara para montar ciertas piezas. Terminé llamando a un amigo con más manos y algo de técnica para prepararla. Tardamos semanas en dejarla lista. Con manual hubiera sido otra historia, con el manual que me enviaron por descarga llegamos tarde, y no era tampoco muy claro.
Lo peor: el plato delantero estaba torcido. A simple vista se notaba el bulto, una deformación de fábrica. Tampoco había una tornillería bien puesta. Cuando lo comuniqué me pidieron fotos, luego vídeos, luego fotos otra vez. Una semana de trámites para decirme que podían reparar por 80 euros y que me reembolsarían la reparación. Les dije que prefería una unidad nueva. Al final cedí, cansado de pelear. Me prometieron la pieza, y otra vez fallaron con la logística: enviaron el repuesto a una dirección lateral de la tienda sin consultarme. El recambio se perdió unos días y yo me quedé sin bici y sin confianza.
Eso fue la gota. No es solo que fallaran técnicamente. Es la sensación de que no quieres que les lleves la contraria. Cuando reclamé formalmente para anular la compra, lo hicieron todo lo posible por retenerme. Respuestas frías, justificando cada paso suyo. Parecía que cualquier crítica les pillaba mal, se ponían a la defensiva y empezaban a dar vueltas, a minimizar. Incluso hubo tono agresivo, lo que me pareció bastante fuera de lugar para un negocio que vende bicicletas.
A pesar de todo, cuando la bici va bien me da placer usarla. Es estable, se nota sólida en tramos cortos, y el pedaleo es fluido. Hay cosas que me dieron esperanzas y por eso me costó tanto romper con ellos. Pero la experiencia completa —entregas erráticas, comunicación pobre, piezas mal montadas, trato a veces borde— me dejó con dudas sobre la garantía y el servicio postventa. No confío en que si en dos años aparece algo más grave, vayan a responder distinto.
Recomiendo comprar con precaución si eliges esta marca. Si te la montan y revisan bien antes de llevártela, quizá todo vaya bien. Si, como yo, tienes la espalda en juego y necesitas fiabilidad y atención, yo ahora mismo no volvería a pasar por lo mismo. Me quedo con lo positivo del producto en uso, pero con el mal sabor de boca por cómo gestionaron todo lo demás. Me habría gustado más transparencia y menos rodeos, y también algo de respeto cuando pides explicaciones.
1 opiniones
Ruedas que prometían más de lo que daban
Review sobre: Grundig Bike
diseño limpio, aparente calidad. En la práctica fue una mezcla de cosas buenas y muchas, muchas frustraciones.
La bici al final se siente bien cuando la tienes en marcha. El manillar es cómodo, el asiento no es perfecto pero para mis lumbalgias funciona mejor que la silla de oficina. Las marchas cambian, aunque con cierto ruido al principio y una sensación de plástico barato en algunos puntos de contacto. Nada que no se pueda arreglar, pero no fue la impresión de calidad que prometían.
El problema grave no fue la marcha; fue todo lo demás alrededor. Pedí y me dijeron 3–7 días. No. Cinco semanas. Eso ya me mosqueó. Pedí una fecha exacta y tardaron dos semanas en contestar. Luego comunicaciones raras, mensajes contradictorios, alguna contestación borde y otra que simplemente no respondían. Cada vez que pedía una actualización parecía que estaba molestando. Me dejaban colgado. Eso cansa, de verdad.
Cuando la recibí, fue un alivio. Pero tampoco terminó ahí. No venía manual. No venían instrucciones decentes. No había una guía clara para montar ciertas piezas. Terminé llamando a un amigo con más manos y algo de técnica para prepararla. Tardamos semanas en dejarla lista. Con manual hubiera sido otra historia, con el manual que me enviaron por descarga llegamos tarde, y no era tampoco muy claro.
Lo peor: el plato delantero estaba torcido. A simple vista se notaba el bulto, una deformación de fábrica. Tampoco había una tornillería bien puesta. Cuando lo comuniqué me pidieron fotos, luego vídeos, luego fotos otra vez. Una semana de trámites para decirme que podían reparar por 80 euros y que me reembolsarían la reparación. Les dije que prefería una unidad nueva. Al final cedí, cansado de pelear. Me prometieron la pieza, y otra vez fallaron con la logística: enviaron el repuesto a una dirección lateral de la tienda sin consultarme. El recambio se perdió unos días y yo me quedé sin bici y sin confianza.
Eso fue la gota. No es solo que fallaran técnicamente. Es la sensación de que no quieres que les lleves la contraria. Cuando reclamé formalmente para anular la compra, lo hicieron todo lo posible por retenerme. Respuestas frías, justificando cada paso suyo. Parecía que cualquier crítica les pillaba mal, se ponían a la defensiva y empezaban a dar vueltas, a minimizar. Incluso hubo tono agresivo, lo que me pareció bastante fuera de lugar para un negocio que vende bicicletas.
A pesar de todo, cuando la bici va bien me da placer usarla. Es estable, se nota sólida en tramos cortos, y el pedaleo es fluido. Hay cosas que me dieron esperanzas y por eso me costó tanto romper con ellos. Pero la experiencia completa —entregas erráticas, comunicación pobre, piezas mal montadas, trato a veces borde— me dejó con dudas sobre la garantía y el servicio postventa. No confío en que si en dos años aparece algo más grave, vayan a responder distinto.
Recomiendo comprar con precaución si eliges esta marca. Si te la montan y revisan bien antes de llevártela, quizá todo vaya bien. Si, como yo, tienes la espalda en juego y necesitas fiabilidad y atención, yo ahora mismo no volvería a pasar por lo mismo. Me quedo con lo positivo del producto en uso, pero con el mal sabor de boca por cómo gestionaron todo lo demás. Me habría gustado más transparencia y menos rodeos, y también algo de respeto cuando pides explicaciones.
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1 opiniones