V. Padrón

turnos de ropa de deporte, biberones, restos de cenas rápidas… Pedí descuento por el envío doble y me dijeron que no, y dos días después bajaron los gastos de envío. Ya ahí empecé con la mosca detrás de la oreja. El lavavajillas —el tope de gama, por cierto— dejó todo lleno de gotas; esperaba que al menos las copas quedaran secas y nada. Me dijeron que probara otro programa (yo pienso que debería secar en cualquiera) y probé, y seguía igual. Al día siguiente me llaman para ofrecerme la garantía y aproveché para comentar el problema: me dijeron que revisarían las anotaciones y me llamarían. No me llamaron. En vez de eso me llegó un correo genérico con consejos prácticos, cosas básicas que ya había intentado. El servicio posventa fue pésimo al principio: llamadas que no contestan, excusas en la instalación porque había que cortar el agua del piso y se fueron sin dejar todo listo; eso me costó 80 euros y tiempo perdido. Dicho esto, no todo es negativo: al final insistí, vino un técnico bueno y honesto, ajustó el dosificador del abrillantador y me explicó un truco para el enjuague que sí funciona. Ahora el lavavajillas seca mejor y la lavadora, que usé pocas veces, cumple. Sigo crítico con la entrega y la atención, pero al menos el producto hace lo que promete en uso diario.