A. Garay

no pudieron identificarme como titular en la cuenta receptora. Vale, pasa. Lo raro fue la gestión posterior.
Contacté con atención al cliente. Me mandaron básicamente montones de enlaces y documentos. No hubo explicación clara. Con palabras bastante amables, sí, pero me dejaron claro que la devolución era previsible y que tampoco podían hacer mucho. O sea, me cobran, intentan la transferencia y luego la devuelven sabiendo que no funcionaría.
Para ajustar cantidades y evitar problemas dejé algo de margen. En lugar de quedarme a cero, la cuenta quedó en negativo. Me “prestaron” una cantidad que no pedí, según ellos por diferencias en el cambio EUR/USD durante el proceso. Resultado: me aplican una penalización, que no es gran cosa en euros, pero es diaria y acumulativa. Pregunto otra vez a soporte y me vuelven a enviar la misma batería documental. Me explican, otra vez muy amablemente, que si se inicia una transferencia y falta liquidez, su sistema cubre la diferencia automáticamente. Y que eso conlleva un cargo. Me parece que debería haber habido un aviso claro antes de ejecutar la transferencia.
También intenté vender unas acciones promocionales que me regalaron. No llegaron a 23 € en mi caso. Y resulta que no hay demanda. Se quedan en mi cartera sin posibilidad de convertirlas en efectivo. Me como esas acciones. Curioso: la publicidad hablaba de premios más valiosos, pero la realidad fue otra.
Sigo luchando por recuperar mi dinero y los intereses prometidos. Mientras tanto, cada intento de retirada me genera nuevas comisiones. Para no quedar en descubierto dejo unos euros de margen, pero esos euros son menores que la comisión, así que nunca los recupero.
En resumen: la “entrega” de fondos desde mi punto de vista es deficiente; cobran y luego se devuelven transferencias. Y el servicio de atención al cliente es correcto en el tono, pero pobre en soluciones. Me sorprendió para bien lo del interés inicial; por lo demás, esperaría más transparencia y avisos claros antes de operar con dinero que no es tuyo.