A. Medina

compré un electrodoméstico en oferta a principios de enero con plazo de 15–18 días y nada, se fue al limbo. Yo tuve que estar encima del soporte porque ellos nunca llamaron ni se movieron, y me daban respuestas tipo “no hay stock hasta febrero”, luego marzo, luego silencio. Lo peor fue la sensación de que me vendieron algo que no tenían; podía haber aprovechado otra promo en Navidad y en cambio me quedé sin aparato casi dos meses. Dicho eso, al cabo de unas tres meses me lo enviaron y mira, uso el cacharro casi todos los días ahora y oye, cumple lo que promete: funciona bien, es práctico y me facilita la rutina de la cocina por las mañanas. Lo que sí me mosqueó es que me ofrecieran descontarme con un producto alternativo de menos calidad, y que además luego hayan llegado a denunciar mi reseña —eso me pareció un exceso. En resumen: gran precio y utilidad diaria, pero servicio de atención y entrega muy mejorables; me quedo con sensación agridulce: contenta por el producto, cabreada por la espera y la gestión. Si vuelvo a comprar, sería solo si tienen stock claro o si la atención cambia. Consejo: si lo necesitas pronto, plantéate otras opciones; si puedes esperar y te mola el precio, al final merece la pena, aunque con peros.