C. Leal

una arruga grande en el chaiselong, los cojines rasgados. Pedí devolución y me trajeron otro sofá nuevo; lo volví a montar y, no podía creerlo, las roturas estaban otra vez, incluso más grandes. Les insistí que solo quería los dos cojines nuevos para no andar con más traslados y me dijeron que sí. Un mes después me llaman diciendo que los cojines están en tienda; voy a recogerlos y allí no saben nada. Ha sido un no parar de llamadas entre tienda, almacén y atención al cliente, fechas que cambian, promesas que se olvidan. He comprado antes en otras cadenas y, aunque también he tenido problemas, nunca tanta dispersión y tanta falta de seguimiento. Dicho esto, agradezco que al menos admitieron el fallo y que intentaron solucionarlo; se notó intención, aunque la ejecución fue floja. Si valoras entrega y servicio, ojito: pueden prometer, pero tocará perseguirlos. Al final me quedo con alivio por el reconocimiento del problema, pero con ganas de una logística más clara.