Cerda

reseñas raras, stock que cambiaba… y bueno, seguí por precio y por cabezonería mía. Al principio me ignoraron (tengo todos los correos), yo iba insistiendo por email, ellos no llamaban, nada. Me tocó cancelar porque era obvio que el producto no existía; dijeron que Bosch no lo tenía, pero eso me lo tuve que creer yo tras preguntar varias veces. Lo mejor: al final me devolvieron los 779,26 € —sí, tardaron 15 días y tuvieron que leer amenazas de reclamación—, así que sorpresa positiva en eso, aunque la forma fue penosa. Llevo comprando años en tiendas españolas y esto fue de las peores atenciones: falta de ética, comunicación casi nula. En resumen, la duda previa no se disipó, la confirmé. Si te interesa ahorrar un poco, quizá valga la pena arriesgar, pero yo ya no repito. Aprendizaje: confiar menos y pedir comprobantes.