Y. Elizondo

45 hasta pasada la madrugada con dos niños y una señora mayor —tenso y cansado— y nadie contestaba el teléfono. Al final cogimos un taxi al hotel (60 €), y ahí viene lo curioso: el taxista fue súper amable, nos ayudó con las maletas y hasta nos dio consejos para movernos por Roma, cosa que no esperaba y se agradeció un montón. Al día siguiente llamé para reclamar y me dijeron que habían cancelado la reserva por no haber recogido el coche; me cobraron 150 € de penalización. Eso fue lo más frustrante, porque intenté comunicarme mil veces. En general la experiencia fue un cóctel: proceso de reserva cómodo, trato externo (taxi/hotel) bastante humano, pero la recogida y la gestión post-incidente dejaron mucho que desear. Si vuelvo, elegiré otra compañía o confirmaré con llamadas extra.