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- 15 Oct 2020
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¿Quieres empezar a invertir tus ahorros de manera segura y no sabes por dónde empezar? Existen muchas opciones, desde cuentas bancarias con condiciones especiales hasta la compra de bienes inmuebles o productos de otras empresas financieras pero el oro ha sido desde hace miles de años uno de los modos preferidos en los que acumular riqueza de manera segura y estable, y en la actualidad es una tendencia que sigue dándose y en la que participan cada vez más el ciudadano de a pie.
Seguro que lo primero que te viene a la cabeza al pensar en comprar oro, igual que a mucha gente, es comprar joyas a nivel de calle, pero deberías saber que existen más métodos con los que empezar a invertir en oro y plata, como por ejemplo el comprar monedas o invertir en fondos basados en él. Aun así, desde luego se recomienda empezar tu inversión comprando, por ejemplo, monedas de oro u otras piezas de oro físico.
- El primer punto y el más importante es entender que el valor del cualquier pieza de oro se basa en su pureza, que puede expresarse en milésimas, porcentaje o quilates. En ciertos países el oro de inversión tiene incluso una fiscalidad especial, infórmate al respecto.
- Mentalízate que la moneda en sí misma valdrá más cara que el valor del oro que contiene, entre otros factores por el precio de acuñar de moneda y por la comisión que se llevará el vendedor.
- Nunca está de más consultar el precio que tiene el oro antes de efectuar la compra para valorar si el lugar en el que estamos comprando resulta conveniente. Existen páginas web con valoraciones diarias, y a ese precio deberías sumarle alrededor de un 5% por la comisión del vendedor.
- Escoge un vendedor de prestigio, no cualquier local a pie de calle con el que te cruces durante un paseo. También se recomienda que se eviten las compras online a través de portales como Ebay y Wallapop, donde los timos están a la orden del día, especialmente en productos tan valiosos y que resultan fáciles de alterar. Elige tiendas especializadas y comprueba si forman parte de algún organismo internacional que las avale, o elige una refinería que figure en la lista Good Delivery de la LBMA.
Si quieres comprobar la veracidad de la moneda o pieza de oro que acabes de adquirir, puedes recurrir a diferentes métodos como pesarla y medirla tú mismo con una báscula de joyería, realizar el test del «ping» y comprobar que tiene la frecuencia de vibración que debería tener y para lo que existen varias aplicaciones de Smartphone, comprobar que no contienen hierro usando un imán, o simple y llanamente pedir una segunda opinión en tu joyería de confianza.
Nada de guardarlo bajo el colchón, o nos arriesgamos a llevarnos un disgusto en el peor momento. Los servicios que existen para almacenar de manera segura y profesional cualquier pieza de oro se pueden dividir en dos categorías: oro asignado y oro no asignado. En el almacenamiento no asignado, tus piezas se guardan junto a otras y, si pides su devolución, recibirás una pieza con el mismo valor, pero no necesariamente la misma que tú has aportado. En el almacenamiento asignado, en cambio, eres el dueño de esa pieza en concreto y siempre tendrás a la misma, no a otras que tengan el mismo valor. Esta segunda opción es más cara, ya que implica más costes de gestión de cara a la empresa encargada de su protección y guardado, pero también es más segura si se produce algún problema de custodia del oro.